viernes, 3 de agosto de 2012

* Madres que trabajan: cómo afrontar la separación de sus hijos *

El primer día que vayas a trabajar: será la separación más larga de tu hijo desde que nació. Hasta ahora, cuando estaba solo lloraba y tú aparecías en pocos minutos , lo cogías en brazos y rápidamente se consolaba.
Si tienes que separarte de tu niño para trabajar, acompáñalo en la primera parte del proceso. Enséñale de tu mano que no tiene nada que temer y que es positivo aceptar el afecto de otras personas. No es dejarlo solo con la canguro o en la guardería quince días antes, sino que primero una hora, luego dos horas y así progresivamente.

De lo que se trata es de que la canguro vaya a casa y estén las dos con tu hijo o si es en guardería que puedas permanecer con él dos o tres horas. Las personas y lugares a las que conoció en momentos de felicidad, es decir, estando contigo, le traerán recuerdos agradables que lo ayudará a soportan de mejor forma la separación, ya que conocerá a las personas previamente.
Por la noche: las madres que trabajan deciden meterse al niño en la cama, es la manera más fácil de satisfacer las necesidades de pecho y contacto que tiene y, al mismo tiempo, pueden dormir lo suficiente para poder mantener la cordura. Lo que el hijo instintivamente necesita, es la presencia. Incluso una madre dormida le sirve, al menos por la noche.
Prepáralo para los cambios: a veces el niño experimenta un cambio aparentemente brusco, ejemplo, parecía bien adaptado a la guardería y de pronto al regresar de las vacaciones de Navidad, se resiste con uñas y dientes a quedar con sus maestras, lo que sucede, es que ha sido tan feliz contigo en esos días,que ahora la pérdida se le hace más evidente. En cualquier caso ten en cuenta que la solución más acertada es que le ofrezcas a tu hijo toda la atención y el afecto que puedas, acepta su conducta como normal, reconoce que sus llantos y protestas no son caprichos, sino pruebas de amor.
A veces las madres se sienten muy presionadas por su entorno para volver pronto a trabajar. Nuestra sociedad organizada por hombres, nos repite continuamente que la única forma de realizarse es trabajar. No es cierto. Cuidar y dar un niño, ayudarle a que crezca seguro y desarrolle toda sus potencialidades es la tarea más importante que puede hacer una madre y también la más enriquecedora.

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