* Dejar de cenar para perder peso ¡Grave error! *

Con frecuencia  las personas  deciden saltarse la cena u otra comida principal  cuando están a dieta, sin saber que con ello están provocando justo el efecto  contrario al que buscan.

  Dejar de cenar es un grave error, porque   contrario a los que muchos piensan y hacen,  en lugar de ayudarles a perder  peso,  les hace ganarlo. 

Aunque a corto plazo puedas perder algunos  gramos, dejar de cenar provoca que tu cuerpo engorde a largo plazo, ya que si  eliminas una comida principal, tu organismo lo interpreta como una situación de  hambre, se pone en alerta y guarda reservas de grasa previendo alguna escasez.  

Saltarse la cena también tiene consecuencias negativas sobre la salud.  Se ha comprobado que existe mayor riesgo de obesidad o de padecer diabetes, en  las personas que acostumbran saltarse esta comida.

Debes saber que cuando  dejas de cenar, la producción de insulina en el cuerpo aumenta, y a mayor  cantidad de insulina, mayor cantidad de alimentos necesita el organismo para  saciarse.  En consecuencia,  llegarás al desayuno con un hambre voraz. 

Obviamente por no cenar un día no pasa nada, pero si acostumbras al cuerpo a  saltarse la cena con cierta frecuencia, estarás perjudicando  tu salud.   Recuerda que una cosa es que la cena debe ser la comida más ligera del día y  otra muy diferente es irse a la cama sin probar bocado.

Por tanto, la  solución para bajar de peso no es dejar de cenar,  sino hacer cenas ligeras pero  equilibradas, consumidas al menos dos horas antes de acostarse. 

Es  importante tener en cuenta que una cena ligera no significa comer tan solo una  manzana o un yogur.  Lo  ideal es incluir proteínas (huevos, carne o  pescado),   con verduras o legumbres,  y una fruta o un lácteo desnatado de postre.  Por  supuesto, esto será útil si el resto del día también comes de forma equilibrada  y sin pasarte con las cantidades.

Finalmente es importante que sepas que  cuando el cuerpo recibe menos alimentos de los que necesita, el metabolismo se  acostumbra a trabajar más lento, es decir, le cuesta más quemar calorías y   grasa.   De allí que muchas personas que acostumbran saltarse las comidas o  quienes realizan dietas estrictas, les cueste luego tanto trabajo bajar de peso  .