martes, 24 de julio de 2012

*DIETA PARA QUIEN DEJA DE FUMAR*


¿Por qué se engorda al dejar de fumar?Hay factores que al dejar de fumar predisponen a ganar peso. Dejar el tabaquismo afecta a las hormonas, al sistema nervioso, al sentido del gusto y del olfato, a la capacidad de digerir y asimilar los nutrientes de los alimentos. En el aspecto psicológico, influye en el padecimiento de ansiedad e insomnio que de alguna forma hay que combatir, y comer da la sensación de que se superan.
¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando se deja de fumar?
La nicotina es el componente más adictivo del tabaco. En la persona que fuma, dicha sustancia actúa disminuyendo su apetito, los movimientos musculares a lo largo de todo el sistema digestivo (en especial a nivel de estómago e intestino), necesarios para la digestión de los alimentos. Actúa también reduciendo la función de la vesícula biliar -almacén de bilis- necesaria para la asimilación de las grasas-, y de otras secreciones digestivas, lo que dificulta el aprovechamiento de los nutrientes de los alimentos.
No sólo la nicotina, sino el resto de componentes del tabaco, actúan sobre nuestro organismo. Por ello, cuando se deja de fumar el cuerpo acusa una serie de efectos a distintos niveles, como son:
Aumenta el estrés y la ansiedad, por un estímulo extra del sistema nervioso (se produce más adrenalina) lo que puede conducir a comer más de lo debido, y sobre todo peor, o alimentos más calóricos y menos nutritivos.
Mejora el sentido del gusto y del olfato. Se disfruta más de lo que se come. Esto puede hacer que se coma más cantidad de alimentos de los que se está acostumbrado, haciendo la dieta más calórica.
La digestión y el aprovechamiento de los nutrientes es más eficaz. El consumo de tabaco se acompaña de una mayor secreción ácida en el estómago. Cuando se deja de fumar los niveles de estas sustancias ácidas se normalizan y mejora el movimiento de las paredes intestinales con lo cual aumenta la absorción de los alimentos y mejora su asimilación.
Aún así, si se lleva a cabo una alimentación adecuada y se realiza algo de ejercicio, dejar de fumar no implica que forzosamente se vaya a engordar.
Razones para dejar de fumar.
Una vez se ha tomado en firme la decisión de dejar de fumar y se pretende romper con las cadenas que te atan a la nicotina, no está de más recordar las ventajas de abandonar el tabaquismo. Toma nota de las 10 primeras razones para dejar de fumar:
  1. Mejora la circulación y la oxigenación de la sangre.
  2. Se normalizan los niveles de presión arterial.
  3. Se reduce el riesgo que implica el tabaco frente a enfermedades bucales, de corazón y ciertos cánceres como el de garganta y pulmón.
  4. Desaparece la pesada tos de las mañanas.
  5. Mejora el sentido del gusto y el olfato, y se disfruta más de lo que se come.
  6. Los dientes dejan de estar coloreados y el aliento es más fresco.
  7. La ropa, el cabello y el cuerpo dejan de oler siempre a tabaco. El perfume dura más.
  8. Mejora el aspecto físico, la tersura de la piel y el pelo tendrá más brillo.
  9. Devuelve vitalidad y se tolera mejor el esfuerzo físico.
  10. Es el momento de concederse caprichos de los que te estaba privando el tabaco.
Normas básicas para no engordar al dejar de fumar:
CANTIDADES A MEDIDA
Las cantidades de cada plato deben distintas según las particularidades de cada uno; teniendo en cuenta que las raciones medias para los primeros platos son 2 cazos, y 130-150 gramos para las carnes y los pescados.
PAN DIARIO:
Incluir pan en comida y cena, y la cantidad que se propone en cada una de esas tomas es de unos 50 gramos (1 rebanada de 5 dedos de grosor del de barra). Si en el menú del día hay pasta o arroz o legumbre, es preferible reducir la cantidad que se sugiere de pan. La mejor elección es el integral, puesto que al ser rico en fibra aporta mayor sensación de saciedad.
AZÚCAR:
Puedes reemplazarlo por edulcorantes no calóricos como la sacarina y el ciclamato.
ACEITE COMIDA Y CENA:
Se ha de utilizar con moderación. El aceite de oliva es más adecuado para freír porque aguanta más las altas temperaturas que los de las semillas – girasol, maíz, soja – pero en crudo pueden emplearse todo tipo de aceites. Eso sí, al tener un sabor más fuerte, el de oliva suele precisarse en menor cantidad que los de semillas, lo que supone menos calorías.
EN LA DESPENSA HAY QUE TENER:
Leche desnatada o semidesnatada, pan tostado, fruta del tiempo, lechuga, yogures desnatados, huevos, patatas, infusiones, soja, pasta, queso fresco, arroz.
LOS MENÚS DEBEN CONTENER EN GRAN MEDIDA:
Verduras frescas o congeladas, fundamentalmente espinacas, acelga, tomate, puerro, brócoli y judías verdes y guisantes. Legumbres: lentejas y garbanzos. Pescado fresco o congelado, fundamentalmente merluza y bacalao. Pollo, conejo o pavo.
Cada vez que se sientan ganas de fumar, beber un vaso de aguaLa nicotina es soluble en agua por lo que es bueno beber abundante agua durante todo el día (al menos 6-8 vasos diarios).
Echar mano de alimentos que limpian el organismoHaz acopio de frutas y verduras fáciles de comer y muy eficaces para combatir el apetito y la ansiedad como el apio, los espárragos fresco, peras y las manzanas.
Si se necesita, ayudarse de complementos dietéticos
  • Cola de caballo
  • Diente de león
  • Ortosifón
  • Vara de oro
  • Gayuba
Además de agua se pueden beber infusiones
  • té rojo
  • té verde
O bebidas light u otras bebidas vegetales
No al chocolate
Cuando se sientan las ganas de dulce, optar por un yogur de frutas desnatado, unos biscotes que se toman junto con una mermelada sin azúcar añadido o un plátano. Son alimentos de agradable sabor dulce, menos energéticos que el chocolate y que aportan mayor sensación de saciedad.
Caramelos y chicles sin azúcarTambién son útiles como sustitutivo del cigarrillo.
No al alcoholBajo sus efectos se pueden sentir de nuevo ganas de fumar. En caso de tener el hábito, se debe consumir con moderación. Limitar a 1 vaso ó 1 botellín pequeño la ingesta diaria de bebidas alcohólicas de baja graduación como cerveza o sidra o vino si eres mujer, o a 2 de dichas unidades, si eres hombre.
Moderar los estimulantesSustituir las bebidas y alimentos estimulantes -café, bebidas de cola, chocolate…-, por malta o descafeinado, infusiones relajantes, zumos, etc., ya que los estimulantes aumentan la ansiedad y pueden hacer que comas mayor cantidad de lo que necesitas en realidad.
Evitar condimentos fuertesLa mostaza, la pimienta, y el chile estimulan el apetito y crean hábito.

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